"="">El misterio que rodea el mapa de la primera ciudad imperial
azteca, publicado en la traducción latina de la Segunda Carta de Relación de
Hernán Cortés –su origen, su orientación, su autoría, su sentido–, se ve
acompañado por los cambios que, con un claro sesgo ideológico, introducen las
reproducciones posteriores en las imprentas de toda Europa. Si no resultan
menos enigmáticos los rasgos que, en cambio, permanecen inalterados, tampoco
arrojan luz sus nuevos empleos, independizándose ya de la relación cortesiana
para ilustrar más crónicas o completar la descripción de otras ciudades
americanas. El estudio de la suerte de aquel plano de la ciudad conquistada,
que algunos atribuyeron al propio Durero, tendrá que habérselas con el proceso
complejísimo por el que una representación como la cartográfica –que se busca
sea descriptiva, objetiva, exacta– alcanza en este caso los modos y maneras de
una ficción o un espejismo, hasta dejar de funcionar como mapa únicamente para
convertirse en un ramillete de relatos entrecruzados.
"="">
"="">López, E. (2013). La cartografía como relato: intervenir los mapas, narrar las ciudades.
Orbis Tertius, 18 (19), pp. 158-186.