La segunda revolución biomédica pone en cuestión a la sociedad humana en su totalidad en la medida que le otorga al hombre el dominio de tres sistemas fundamentales: el de la reproducción, el de la genética y el del sistema nervioso. Los nuevos ensayos experimentales sobrepasan la protección o el restablecimiento de la salud y llevan a cuestionar las nuevas técnicas en tanto son capaces de modificar la evolución de las especies, más aún, de modificar la humanidad en tanto que especie. No se pretende postular un programa simplemente de control de la “ciencia”, ni alimentar sospechas recíprocas generando una interminable querella sobre el progreso científico. Para avanzar hacia una real solución del problema y una cooperación entre la cultura científica y los valores humanos, es necesario transformar la experimentación sobre el hombre en experimentación con el hombre. ¿En qué medida la investigación médica puede considerar nuevas alianzas entre las tareas científicas y las demandas humanas? Urge plantear una “comunidad científica ampliada” que permita a los nuevos actores sociales una apropiación colectiva de los saberes.
Rovaletti, M (2003). La investigación biomédica actual: un cuestionamiento a la sociedad en su conjunto. Acta Bioethica, 9(1), pp. 1-7.