El fomento de la ciencia y la técnica, la instrucción y la cultura, fue la fórmula asumida por las nuevas repúblicas americanas para emprender el proyecto nacional de modernización capitalista, era el camino del progreso de acuerdo con la matriz hegemónica del siglo XIX. Desde entonces, y por más modestos, parciales, negativos o contradictorios que fuesen los resultados obtenidos, el Estado ha sido el portavoz del discurso y el responsable esencial de su ejecución, aun hoy en tiempos de privatización. Podrán variar los tractos cronológicos, ser más liberales o autoritarios los regímenes, de impronta civil o militar, de mayor o menor rigidez centralizadora, pero en el proceso de construcción de nuestras naciones, el papel del Estado no está en entredicho, tanto en la dimensión social como en la material. Lo confirmamos para el caso venezolano, y nos atrevemos a apuntar un cuadro similar para toda América Latina.
Martín-Frechilla, J. (2000). La historiografía del dispositivo de obras públicas en la Venezuela republicana: Inserciones temáticas y fuentes documentales. América Latina en la Historia Económica, 7 (13/14), pp. 101-113.