La tarea de los investigadores que se dedican a examinar las finanzas públicas en el Ecuador es particularmente difícil debido a la fragmentación extrema y a la falta de control central de los ingresos y gastos públicos. El país heredó un sistema descentralizado fiscal de España que asigna ingresos específicos para financiar proyectos o actividades individuales. Después de la independencia, los regionalistas trataron de preservar y ampliar el sistema antiguo, prefiriendo que agencias especiales -las juntas locales autónomas creados para cumplir funciones específicas- colecten y distribuyan la mayoría de los ingresos del gobierno. El ingreso de aquellas entidades consistió de impuestos y tasas especiales, así como también de subvenciones por parte del gobierno central. La asignación ha sido una de las características de las finanzas públicas ecuatoriananas desde 1830.
Rodríguez, L. (2000). Researching Ecuadorian Public Finances. América Latina en la Historia Económica, 7 (13/14), pp. 67-83.