La agroindustria del azúcar en Argentina reconoce sus orígenes en tiempos coloniales. Sin embargo, hasta fines del siglo XIX, la mayor parte de las provincias consumían azúcares cubanos, brasileños o europeos. La reducida escala de producción de los rudimentarios ingenios de la era preindustrial y los elevados costos de transporte impedían que los azúcares de las provincias de Tucumán, Salta, Jujuy, Corrientes y Misiones compitieran con ventaja con los introducidos por el puerto de Buenos Aires -y en el caso del mercado cuyano- con los importados vía Chile. En consecuencia, los azúcares y aguardientes del país se distribuían sólo en mercados locales y regionales, aunque excepcionalmente podían colocarse unas pocas arrobas en Córdoba y aun en Buenos Aires.
Campi, D. & Bravo, M. (1999). La agroindustria azucarera argentina. Resumen historiográfico y fuentes. América Latina en la Historia Económica, 6 (11), pp. 73-93.