Durante la primera mitad del siglo XIX, Puerto Rico se convirtió en una colonia azucarera de importancia mundial. Para entonces, Puerto Rico y Cuba eran los últimos bastiones españoles en América. En las dos islas, el azúcar resurgiría para experimentar un espectacular despegue y cimentar la formación de capitales. En 1870 Puerto Rico era, después de Cuba, la mayor productora de azúcar del hemisferio occidental.
Cubano Iguina, A. (1999). El azúcar en Puerto Rico, siglo XIX: Fuentes y problemas. América Latina en la Historia Económica, 6 (11), pp. 49-58.