Algunos sacerdotes en el mundo andino practicaron rituales de sangre vinculados con sacrificios humanos, de animales o utilizaban el color rojo de algunos minerales a modo de sangre ritual. Estas ceremonias son la clave para su identificación en la iconografía de Cuzco y Pachacamac. Los sacerdotes fueron representados en cerámica, con particulares posiciones, adornos y gestos; simbolizando importantes escenas religiosas conocidas en Cuzco. La pintura facial en sacerdotes representados en cerámica consiste en líneas hechas desde la nariz hacia ambas orejas, con algunas variantes. La presencia de estas vasijas en tumbas demuestra no sólo la individualidad del ritual, sino también sugiere que los individuos inhumados estuvieron relacionados con el ritual de sangre, incluso algunos pudieron ser sacerdotes.
* Párrafo del texto extraído como resumen
Cornejo, M. (1998). Sacerdotes andinos y rituales de sangre en el Tawantinsuyu. Boletín del Instituto Riva Agüero, Nro. 25, pp. 187-198.