Los naturales de la Montaña de Santander, hoy Cantabria, destacaron en el período virreinal, especialmente durante el siglo XVIII, como un grupo de singulares características. Su vocación por el trabajo, el ahorro, el orgullo familiar por la convicción de su hidalguía y el \\\"asociacionismo\\\" con gente de su tierra, los distinguieron rápidamente de otros peninsulares. Llegados al Perú en condiciones precarias, los montañeses pronto alcanzaron protagonismo en la sociedad colonial por su ejemplar desempeño en las milicias, los cargos públicos y el comercio. Con su trabajo, reforzaron el poder de las elites locales y sus descendientes pudieron acceder a las más altas magistraturas en las ciudades de Lima, Arequipa, Moquegua, Cuzco, Lambayeque y Piura.
Sánchez-Concha, R. (1996). Los montañeses en el Perú del siglo XVIII. Boletín del Instituto Riva Agüero, Nro. 23, pp. 287-302.