Desde la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano en 1789 la perspectiva sobre el individuo sufrió una gran variación desde el punto de vista político y jurídico teniendo consecuencias a nivel mundial con el correr de los años. El texto se muestra como punto final de la acumulación la influencia filosófica política, fundamentalmente proveniente del racionalismo a través de las obras de John Locke, Juan Jacobo Rousseau y Charles de Secondat, lo cual no excluyó la presencia de figuras conceptuales que se remontaban a la Escolástica e incluso a la cultura clásica. La percepción antropológica a finales del siglo XVIII desde la óptica del racionalismo hizo que el derecho político se ubicase en función del individuo, siendo un aspecto primordial la formación de un marco normativo que protegiese al sujeto frente al exceso de poder, el que se había generado habitualmente desde el gobierno.
* Párrafo del texto extraído como resumen
Gálvez, J. (1998). Retrospectiva sobre los Derechos del Hombre en la sociedad occidental. Boletín del Instituto Riva Agüero, Nro. 25, pp. 199-212.