La filosofía no es una disciplina que pueda administrar otras, ni darles indicaciones sobre su proceder o la manera cómo deban vincularse entre ellas, porque su índole es radicalmente distinta. Inclusive cuando reflexiona críticamente sobre los supuestos de las diversas ciencias -reflexión que de alguna manera es requerida por la forma como cada ciencia puede llegar a hacerse problema de sus fundamentos- la filosofía no vincula esos problemas en el plano del funcionamiento operativo de cada ciencia.
Camino, F. & Patrón, P. (1993). La interdisciplinaridad como problema. Boletín del Instituto Riva Agüero, Nro. 20, pp. 13-16.