Para el autor sentar las bases de una paz duradera exige resolver la problemática agraria. El conflicto armado en Colombia tiene hondas raíces rurales, relacionadas con profundas inequidades en la distribución de la propiedad de la tierra, en el acceso a otros recursos productivos y servicios, circunstancias que agudizan las brechas campo/ciudad. Es responsabilidad del Estado y del conjunto de la sociedad resolver esta situación poniendo los medios a su alcance: orientación del gasto público, reforma agraria, fortalecimiento de las sociedades rurales y modernización de las condiciones sociales y productivas del campo, en definitiva, estableciendo un nuevo modelo de desarrollo que resuelva los desequilibrios existentes.
Fajardo, D. (1999). Colombia: Reforma agraria en la solución de conflictos armados. America Latina Hoy, 23 (3), pp. 45-59.