El proceso de adopción de la siembra directa (SD) en Uruguay comenzó a fines de los 80. En el sector lechero, donde la degradación de los suelos ha sido producto principalmente del excesivo laboreo, la SD representa una ventaja para la conservación del potencial productivo. La encuesta realizada en el año 2000 detectó una fase decreciente en el proceso de adopción, proyectándose un máximo para el período 2000-2005. En el 2005, se realizó una nueva encuesta con el objetivo de elaborar un diagnóstico actualizado de la SD en los establecimientos lecheros. Los resultados muestran que un 46% han adoptado la SD, de los cuales el 58% la realiza sistemáticamente (nunca hacen laboreo). Los productores que realizan SD poseen mayor superficie lechera y productividad. El principal cambio detectado en los adoptantes de la SD fue la presencia de la maleza Poa annua, mientras que, por el contrario, se detectó una disminución del engramillamiento. Entre los productores que realizan SD, la falta de maquinaria y la huella por pastoreo fueron las razones más importantes para realizar laboreo ocasional. La falta de maquinaria fue la razón de mayor peso para no adoptar el sistema. De los productores que en el 2000 no realizaban siembra directa, el 48% la han comenzado, mientras que sólo un 8% de los que la realizaban la han abandonado.
Ernst, O. et al. (2007). Siembra directa en sistemas lecheros evolución y situación actual en el Uruguay. Agrociencia, 11(2), pp. 78-86.