Con el objetivo de evaluar la calidad de las fuentes de fósforo, se estudió la solubilidad in vitro y la biodisponibilidad in vivo en un modelo animal, ave en postura, del fósforo proveniente de fuentes orgánicas e inorgánicas y se relacionó con el nivel de fósforo en la dieta. En el caso de las fuentes orgánicas se relacionó además con el tamaño de partícula. Experimento 1: Las fuentes de P, harina de carne y hueso (HCH; 6.0 % de P total), ceniza de hueso (CH; 15.5 % P total), fosfato monoamónico puro (FMA; 27.8 % P total) y fosfato bicálcico comercial (FB; 18.3 % P total) se incubaron in vitro por dos métodos, uno químico y otro enzimático y se midió el P soluble. Experimento 2: Las aves (ocho/tratamiento) reciben una dieta base en fósforo (0.329 % P total) ó la dieta base más una toma de 0.075 ó 0.15 ó 0,25 g de fósforo proveniente del FMA para medir el requerimiento de P en base a la excreción. Experimento 3: Ocho aves/tratamiento reciben la dieta base ó la dieta base más una toma de 0.075 g de fósforo proveniente del FMA o del FB ó de la HCH (partícula gruesa y fina) ó de la CH (partícula gruesa y fina). Experimento 4: Idem al anterior pero con una toma de 0.25 g de fósforo proveniente de las mismas fuentes. Se midió ingesta de fósforo y P excretado en un balance de 48 horas. Se determinó biodisponibilidad utilizando FMA como referencia. A dosis de 0,25 g/día de P la biodisponibilidad del P del FB fue menor al FMA y a las fuentes orgánicas. A dosis bajas de P la partícula fina disminuyó la retención del mineral en HCH. La solubilidad in vitro sigue la misma tendencia que la biodisponibilidad in vivo del P de las fuentes inorgánicas pero no del P de las fuentes orgánicas. La reducción de la partícula no se traduce en un efecto claro que justifique su implementación en las plantas de elaboración de harinas animales.
Cabrera, M. C. et al. (2002). Evaluación de la biodisponibilidad del fósforo orgánico e inorgánico a través de la solubilidad in vitro y utilización in vivo. Agrociencia, 6(1), pp. 69-78.