El lógico puede plantearse como ideal el que todos los argumentos intuitivamente válidos estén representados en su sistema por argumentos formales válidos. Quizá, como Quine, pretenda, además, realizar este ideal dentro del marco de la lógica de primer orden con identidad. Sin embargo, es este un encuadre muy estrecho que deja fuera demasiadas cosas. Por ejemplo, no parece posible ofrecer en él una formalización adecuada de las inferencias que involucran modificaciones de predicados. Esto no resulta extraño ya que los modificadores de predicados son operadores intencionales; en efecto, dos predicados P y Q pueden ser coextensionales sin que los predicados modificados /m/P y /m/Q lo sean. Para ver esto considérese el siguiente ejemplo: en un pueblo hay sólo dos barberos que son también los únicos pescadores del pueblo; el que es buen barbero es mal pescador y el que es mal barbero es buen pescador. En este universo \"pescador\" y \"barbero\" son predicados coextensionales y, sin embargo, los predicados modificados \"buen barbero\" y \"buen pescador\" no lo son.
Oller, C. (1986). Los modificadores de predicados y su lógica. Revista de filosofía y teoría política, nro. 26-27, pp. 310-313.