Bolívar, San Martín y Páez son las únicas figuras de la Independencia a quienes Martí dedica discursos y crónicas celebratorios. Esos textos son publicados a lo largo de una década [entre 1883 y 1894], precisamente cuando las dirigencias políticas y culturales latinoamericanas se consideran autorizadas -no sin disputa- a establecer aquellos 'lugares de memoria' [en el sentido de Nora, 2008] que monumentalizan un pasado heroico reciente. Los textos de Martí son interesantes en este sentido: ante la inminencia de la lucha por la independencia de Cuba, su evocación de las gestas del pasado adquiere un valor simbólico especial. Supone el retorno nostálgico a una etapa ya clausurada, pero de la que deben extraerse valores éticos, sociales y políticos claves para el presente. Martí alienta el culto a los héroes pero, al mismo tiempo, impone sentidos específicos y divergentes. Celebra la acción heroica, pero también subraya el lazo de los jefes con los sectores populares, señalando la autoridad de ambos grupos en la concreción de la independencia, y la exclusión de estos últimos de los procesos de modernización. E incluso, en sus balances, advierte errores de los líderes, vinculados a 'la ceguera del poder'.
Zanetti, S. (2010). La conmemoración de las Independencias hispanoamericanas en José Martí: El intelectual moderno y la guerra. Revista de filosofía y teoría política, nro. 41, pp. 229-250.