El mito de Narciso pertenece a un periodo tardío del imaginario mitológico, pues no existen trazos de él en las fuentes anteriores al s. I a. C. Debido a que el mito es una entidad simbólica que pertenece al imaginario de una cultura cuya fuente yace principalmente en la oralidad, existe una brecha insoslayable entre lo que se obtuvo del patrimonio oral tradicional y aquello que proviene de la tradición escrita. Por ello sólo podemos atinar semejanzas y mitemas recurrentes entre las fuentes grecolatinas. Sin embargo, a pesar de deambular en este terreno conjetural, realizamos una lectura sostenida en la datación aproximada de la literaturización de este mito, cuya significación puede desmembrarse en dos ámbitos: por una parte el marco delineado por una cosmovisión dionisíaca; y por otra, la plasmación del temor al individualismo racional al que era sometida la cultura greco-latina hacia principios de nuestra era. Por esta razón analizamos en primer término, las fuentes del mito, para luego, a través de la cristalización de los mitemas, afrontar su significación en el imaginario cultural de la época.
Chazarreta, D. (1999). Significación genésica del mito de Narciso: Hacia una clarificación de sus fuentes grecolatinas. Synthesis, nro. 6, pp. 79-98.