El mito, según el autor de estas páginas, es fundamentalmente lenguaje, lenguaje de verdad, o sea lenguaje retórico, es decir, lenguaje operativo, activo, dinámico, pragmático, social y político. El mito, por tanto, al igual que el lenguaje, no es la reproducción exacta de la realidad, y por consiguiente, no es en sí mismo ni verdadero ni falso. El mito, al igual que el lenguaje, se ajusta siempre a una "logosfera" determinada propia de una determinada sociedad en unas coordenadas espacio-temporales concretas.
López Eire, A. (2001). Mito y lenguaje. Synthesis, nro. 8, pp. 13-50.