En el contexto global de la actualidad, el género fantástico parece una aberración, una anomalía temporal que se niega a desaparecer. Sin embargo, en medio del desarrollo vertiginoso de la tecnología, la fantasía se instituye como un baluarte de franqueza ante la hipocresía de la sociedad. La realidad cotidiana, cada vez más caótica, peligrosa y repulsiva, se observa a través del espejo mágico de una irrealidad más franca y consistente. El género fantástico, herencia y futuro de las tradiciones, permite la disolución de la rudeza social, abriendo horizontes de comprensión y hermandad.
Domínguez Carranza, J. (2009). El reino que será (o de cómo la fantasía recreó al mundo). Ensayos sobre ciencia ficción y literatura fantástica, pp. 804-814.
* Este artículo pertenece a la sección “Orígenes y construcciones de lo fantástico”.