En los últimos años del siglo XVIII y principios del siglo XEK la vigencia del pensamiento éclairé fomenta un clima favorable a la supresión del Santo Oficio; la censura del Santo Tribunal es el eje central de Cornelia Bororquia o la víctima de la Inquisición (1801), novela del ex-trinitario Luis Gutiérrez que narra la indefensión de una muchacha en las cárceles de la Inquisición. La novela argumenta en favor de la tolerancia religiosa y en la línea de un cristianismo ilustrado, pero no alcanza el tono radical de otros españoles expatriados. Mientras que el exilio de José Marchena radicaliza su discurso político y su sueño de una sociedad sin clases, la vía de Luis Gutiérrez es más reformadora y posibilista, pues confía en que los vástagos de la nobleza más culta y enciclopédica sean una pieza clave en la modernización del pensamiento en España.
Mancho, R. & Pérez, P. (2003). Nuevas claves para la lectura de Cornelia Bororquia (1801). Olivar, 4 (4), pp. 83-103.