En el sector audiovisual argentino, la innovación tecnológica de la Televisión Digital Terrestre (TDA) sumada al marco regulatorio específico de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) implicaron la búsqueda de conversión de un modelo basado en la concentración de medios, exclusividad de contenidos, productores hegemónicos y visiones de mundo unívocas, hacia un otro en que la cultura es considerada como una trama plural basada en la diversidad: diversidad de señales, productores, narraciones e identidades. Las políticas públicas citadas tuvieron una incidencia directa en el fortalecimiento de los medios públicos y muy especialmente, de Canal 7-TV Pública, históricamente sometida a los intereses comerciales y gubernamentales de turno. En este contexto, la ficción televisiva se convierte en un enclave precioso para pensar ese proceso. A partir de 2009, la oferta ficcional de la TV Pública se nutre de nuevas modalidades de producción, ofrece nuevos formatos y géneros, y visibiliza una pluralidad de realizadores audiovisuales que expresan en sus narrativas una serie de temáticas, imaginarios locales y estéticas hasta entonces marginalizadas o poco frecuentes. En 2014, se estarán cumpliendo cinco años de la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual: ley histórica y fundamental para la democratización de la comunicación en Argentina. Este marco nos permite pensar respecto de la TV Pública, en la posibilidad concreta de recuperar “medio.siglo perdido del canal público” (Mindez, 2001).
Nicolosi, A. (2014). Otra realidad para la ficción televisiva en la TV Pública. En busca del tiempo perdido. Tram[p]as de la Comunicación y la Cultura, (77), pp. 99-112.