Ya amanece en Pachiquitla, los indígenas se encuentran entre nubes de algodón envueltos en la bruma de la incertidumbre: ¿será que saldrá el sol o se mantendrá oculto?, o ¿será que se ahogará la tierra, ya que del cielo caerán tantas lágrimas que la inundarán?, o por lo contrario, ¿será que de tanto sol la Tierra se resquebrajará con infinita sed? Así, ellos esperan que al transcurrir el día, esa bruma se disipe y brille el nuevo día. Como una bruma, como una neblina que no permite mirar más que lo que se tiene enfrente, así transcurre la vida de las indígenas con sus inquietudes acerca de lo más importante: el ser madre ¿será que amanecerá y darán a luz? De allí que se preparen con distintos rituales para poder ser fértiles como la tierra.
Aranda Kilian, L. (2005). Del mito al rito: de madre a diosa. Revista de Antropología, 3, pp. 75-80.