Con el impulso secularizador de la modernidad, el Estado-Príncipe condensa una sacralización de los principios políticos y constituye el sentido del orden como instancia metafísica materializada. En América Latina, estos elementos culturales cristalizaron la conformación de los Estados-Nación apelando a la idea de comunidad antecedente y depositando en las clases directoras la misión civilizadora. La consolidación de la sociedad red, las transformaciones del capitalismo y el cuestionamiento a las estructuras de ejercicio jerárquico de la autoridad, son 3 ejes que a partir de los años sesenta reconfiguran las condiciones de lo político en el sistema-mundo. Un segundo impulso secularizador de la política socava las estructuras del pacto de la modernidad. El Estado se diluye en la dinámica de las redes de poder y contrapoder, abriendo una potencialización de lo civil, donde los límites privado/público se desdibujan. Este trabajo se propone atender las mutaciones políticas actuales, enfocando América Latina como zona de explotación y de débil consolidación democrática. El Estado, si bien es protagonista en distintos procesos, representa un nodo más en el escenario político. Dentro del nuevo ciclo de luchas, aparecen diversos actores, agentes y movimientos que disputan el control de la hegemonía o abren espacios de resignificación de la política, construyendo ensayos de sincronización de distintos tiempos sociales, y abriendo posibles escenarios de constituyentes populares. Estos elementos se recogen a través de registros en actividades de colectivos, asambleas ciudadanas y articulaciones multisectoriales en el norte Argentino en torno a la problemática socio-ambiental.
Gutiérrez Magaña, H. M. (2012). Soberanía y poder popular en Latinoamérica. Un escenario multidimensional de poder: agentes y constituyentes. Revista Andina de Estudios Políticos, 2(2), pp. 7-27.