Nuevas prácticas empresariales están siendo utilizadas por las empresas mineras en el Perú. La actividad minera tiene una serie de impactos microeconómicos (mejora de los ingresos, cambios en las condiciones de vida), macroeconómicos (ingreso de divisas, empleo, etc.), sociales y ambientales, los cuales pueden constituir fuente de conflicto si es que no se armoniza a la empresa y sus procesos productivos con las comunidades poblacionales localizadas en el entorno inmediato. De la misma forma, es necesario comprender que la empresa es uno de los múltiples actores en el territorio, actores que poseen diferentes intereses y capacidad de negociación; por ello se debe entender que la articulación de la empresa en el desarrollo económico local supone la adopción de políticas para mitigar los posibles impactos negativos. La experiencia de la empresa minera Barrick en su relación con la comunidad de Jangas en Ancash, es un caso característico de este fenómeno.
López Mas, J. & Condori Luna, P. (2006). Gran minería aurífera y sus repercusiones en el desarrollo económico local. Gestión en el Tercer Milenio, 9 (18), pp. 17-32.