Aquí no hay misterios, sino manifestación. Claridad, sinceridad monda y lironda. Las cifras están a la vista. Cualquiera puede recorrerlas. Grandezas y miserias, aunque plenitudes preponderantes. ¡Cualquiera puede comprobarlo! Desde soleadas cumbres de la majestad idiomática, con sus ilustres, centenarias y ajustadas significaciones, ya casi intocables, hasta alimañas, garrapatas y sabandijas que se agazapan y corroen sus vericuetos. ¿Cómo evitarlo? El tiempo, que todo lo cura.
Matus Olivier, A. (2002). Chile en el DRAE 2001. Presentación del Diccionario de la Real Academia Española, Santiago, 22 de abril de 2002. En el Día del Idioma. Onomázein, nro. 7, pp.463-468.