Frente a la crisis de calidad en la educación formal, el tercer entorno (entorno virtual), abre nuevas perspectivas a la educación, invitando al docente-discente a incorporarse a este nuevo espacio educativo, modificando sus estrategias de aprendizaje-enseñanza, o adaptándolos aquellos que ya posee, por que a través de este nuevo espacio, no solo se puede compartir información, sino incluso emociones y desarrollar habilidades. Por tanto, el maestro del tercer milenio debe estar preparado para enfrentar este reto, como uno de los agentes con mayor responsabilidad en la incidencia para la mejora de la calidad educativa, porque «una educación que pretende ser de calidad tiene que ser tan dinámica como la sociedad misma; una educación de calidad debe estar acorde con las necesidades sociales que están en movimiento».
Romualdo Rosario, M. (2006). Nuevos roles del docente de calidad en el tercer entorno. Investigación Educativa, 10 (17), pp. 1-8.