Con el objetivo de evaluar la diversidad de aves que se presentan en un paisaje del trópico mexicano, en el año 2008 se evaluó la riqueza, abundancia y distribución de las aves y sus gremios de forrajeo en ocho unidades del paisaje agrupadas en dos ecomosaicos. De las 218 especies identificadas, 207 estuvieron presentes en la estación seca y 119 en la de lluvias. Se encontró que la composición de avifauna difiere entre los ecomosaicos (a) matriz agropecuaria heterogénea y (b) bosque tropical perennifolio, así como entre las unidades de paisaje anidadas en ellos. La riqueza varió de 76 a 118 especies entre unidades del paisaje, mientras que el índice de diversidad de Shannon-Wiener resultó similar (de 3.20 a 4.44), y las comunidades de aves se distribuyeron equitativamente (Pielou: 0.71 a 0.91). En el paisaje se configura un escenario complementario entre ecomosaicos y una diversidad de aves muy alta, incluyendo especies importantes para la conservación como Tinamus major, Crypturellus soui, Crax rubra, Amazona farinosa, Odontophorus guttatus, Chondrohierax uncinatus, Platyrinchus cancrominus, Onycorhynchus coronatus y Manacus candei. Los gremios de forrajeo de aves se separan en función de las características ambientales de las unidades de paisaje por ejemplo, en los potreros con árboles dispersos predominan cazadoras desde percha y especies asociadas al ganado, mientras que en el bosque predominan los insectívoros que buscan sus presas en el suelo, corteza y follaje. Algunas especies como Lipaugus unirufus, Pipra mentalis y Schiffornis turdinus pueden funcionar como indicadoras ecológicas del bosque conservado, mientras otras como Sporophila americana, S. torqueola, Pitangus sulphuratus, Myozetetes similis, Cyanocorax morio y Crotophaga sulcirostris lo son para el estado perturbado del bosque nativo. El paisaje actual conformado por remanentes de bosque y una matriz agropecuaria con arbolado, posibilita la conservación biológica de aves, constituyendo un modelo potencial para su refugio y manejo sustentable. Sin embargo, la expansión de la ganadería extensiva, el abandono del sistema de rotación milpa-acahual y la extracción gradual de madera del bosque en el ejido, pone en riesgo la diversidad de la avifauna en la zona de estudio.
Reyes-Castillo, P. et al. (2012). In Memoriam - Violeta Marcet Ocaña. Acta Zoológica Mexicana, 28(2), pp. 237 - 269.