Entrevistar es generar un proceso de interacción en el que se implican al menos dos sujetos humanos. Como instrumento metodológico al servicio de las ciencias sociales, la entrevista puede variar tanto en su modalidad como en sus pretensiones. En el presente trabajo la reflexión se centra en las diferencias entre la entrevista psicoanalítica a profundidad y la entrevista etnológica y antropológica. La entrevista a profundidad de orientación psicoanalítica se usa para explorar la subjetividad y abrir un proceso tendiente a reformular la historia de vida personal. En la entrevista etnológica y antropológica, el nivel individual se amplía para considerar la influencia de la cultura, se profundiza más en la comprensión del campo social que rodea al individuo y la resultante no es tanto una historia de vida en sí misma, como un panorama que muestra los engranajes del sujeto con lo sociocultural. Los instrumentos de trabajo de los profesionales son también distintos: el psicoanalista cuenta con una formación que le permite desentrañar la inconsciencia y la emocionalidad que se manifiestan conflictivamente y con dolor, y trabaja con el sujeto para hacer consciente lo inconsciente. Por su parte el etnólogo y el antropólogo social amplían y fundamentan los datos relativos a la cultura de pertenencia del sujeto a través de otras fuentes: documentos, interpretación de mitos, etc., y lo que el sujeto aporta a su información es la manera como la producción cultural afecta a un individuo determinado y a su vez las formas como un sujeto individual da cuenta de su impronta cultural.
Ruiz Martín Del Campo, E. (2004). La entrevista como encuentro de subjetividades. Investigaciones Sociales, 8 (13), pp. 1-12.