En el presente artículo se estudia el proceso largo y difícil que siguieron los españoles para evangelizar y adoctrinar a la población andina desde el mismo momento de la conquista, acompañados de cruces, santos, vírgenes y cristos. Además, congregar a los indios en los pueblos de reducción, llevar a cabo reuniones conciliares para la represión manifestada en la extirpación de idolatrías. Los naturales resistieron este avasallamiento desde sus pueblos con sus dioses tutelares, sus Pacarinas, sus huacas y sacerdotes o sacerdotisas. Por la constante imposición española se fueron dando manifestaciones culturales que poco a poco la Iglesia Católica aceptaba, quedando como costumbre de los pueblos andinos. Una de estas fue la fiesta de gran arraigo popular en Huamantanga, Canta, conocida como la Fiesta de las Cruces celebrada el 6 de enero de todos los años. Esta fiesta está relacionada con las comunidades ganaderas y vinculada al calendario agrícola peruano de la gente del campo. Corresponde al inicio de las lluvias, de las siembras, de los truenos, de los rayos y de la granizada. Los pobladores consideran estas fiestas como de origen católico. Así se fue produciendo el sincretismo religioso en el Perú.
Ramírez Bautista, B. (2009). La Fiesta de las Cruces, expresión del sincretismo cristiano-indígena. Investigaciones Sociales, 13 (22), pp. 1-32.