La arqueología es ciencia de los contextos y asociaciones contextuadas, por tanto, es conocimiento resultante de indicadores empíricos cuyos estudios adquieran la categoría de un saber de relaciones inferenciales. Los arqueólogos al estudiar los sitios arqueológicos en realidad están descubriendo formaciones sociales, desenterrando gentes que tuvieron vida, sus patrones de asentamiento territorial pretéritos, aquellas técnicas inventadas, las diversas aplicaciones prácticas, los modos de organización social autogestionarios, su arquitectura, urbanismos, la transformación y domesticación de los recursos naturales por medio del trabajo social, así como la organización social y formas de pensamiento, autogenerados al impulso de procesos humanos en marcha.
Bueno Mendoza, A. (2010). Julio C. Tello y la arqueología del Perú en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Investigaciones Sociales, 14 (25), pp. 1-30.