Desde que hiciera su aparición El origen de las especies y empezara a difundirse la teoría darwinista de la evolución, ésta suscitó las más encendidas polémicas. Desde diversos sectores, partieron en mayor o en menor grado ataques muy duros, algunos de los cuales no carecían de un sólido fundamento. Pero los golpes más violentos llegaron desde el terreno de la religión, que se sintió particularmente afectada. Aún hoy, cuando celebramos el bicentenario del nacimiento de Darwin, las aguas no parecen haberse aquietado alrededor suyo. Todavía, algunos influyentes sectores fundamentalistas siguen considerándola, inclusive en su versión actual, la teoría sintética de la evolución, como un peligro para la fe religiosa. Los ataques se producen bajo la forma de un amplio abanico de modalidades: desde un rechazo rotundo en defensa de los textos bíblicos hasta una descalificación supuestamente científica que, aparentando situarse en una perspectiva no religiosa, cuestiona los fundamentos de la teoría y propone la doctrina del llamado diseño inteligente.
Alvarado de Piérola, C. (2008). Darwin y la religión. Letras, 79 (114), pp. 1-22.