De los componentes de la riqueza de especies, la diversidad beta o recambio de especies es el que menos atención ha recibido. En el caso de México, la evidencia empírica apunta a que la diversidad beta, más que la diversidad alfa o local, es el componente más importante para explicar la extraordinaria diversidad de especies en el ámbito nacional. La hipótesis del México betadiverso se sustenta tanto en inferencias indirectas como en datos que se han ido acumulando en la literatura científica. En este trabajo revisamos esa información y presentamos análisis nuevos que examinan la contribución del recambio de especies a la conformación de la megadiversidad de mamíferos de México. Usando un análisis de bandas latitudinales, se encontró un patrón de variación de la diversidad beta respecto a la latitud similar para quirópteros y mamíferos terrestres. Sin embargo el recambio de especies es un componente asociado en mayor medida a los patrones de diversidad de los mamíferos terrestres. Al explorar la diversidad beta dentro de las provincias mastofaunísticas del país, se encontró que la contribución de las diversidades alfa y beta a la diversidad gamma varían geográficamente y se correlacionan con distintas variables ambientales. Se presentan también datos que muestran el efecto de la heterogeneidad ambiental sobre la diversidad alfa y beta y se muestra cómo la diversidad beta está relacionada con la complementariedad como estrategia para seleccionar sitios prioritarios para la conservación.
Rodríguez, P., Soberón, J. & Arita, H. J. (2003). El componente beta de la diversidad de mamíferos de México. Acta Zoológica Mexicana, 89, pp. 241-259.