Desde su fundación en 1898, Caras y Caretas fue en una de las publicaciones periódicas de gran éxito. Su carácter misceláneo y su bajo precio de venta hicieron que tuviera un amplio público y que aumentara progresivamente la cantidad de páginas y ejemplares. En el transcurso de los primeros años puso en práctica formas de producción, circulación y consumo compartidas con otras publicaciones de la incipiente industria cultural, diferenciándose claramente del circuito de la alta cultura letrada.
Rogers, G. (2003). Rasgos materiales y mundo de la producción en el semanario Caras y Caretas. Sociohistórica. Cuadernos del CISH, (13-14), pp. 1-24.