A lo largo de estos cien años del mil novecientos las sociedades han producido incontables imágenes, textuales, quietas, mudas, móviles, sonoras, en blanco y negro, en technicolor, que registran no sólo lo que pasó si no que algunas sostienen la pretensión de ser narraciones para explicar el pasado, para darle sentido. Creemos que la historia del siglo XX, y la de los años posteriores no podrá escribirse desconociendo las fuentes audiovisuales. La teoría que intenta reunir cine e historia está aún dando sus primeros pasos, pero no es ya una "recién llegada", y aunque sus dificultades y dudas son múltiples, creemos que son equivalentes a los que enfrentamos cuando utilizamos cualquier otra fuente o soporte para hacer historia. Hace tiempo ya que la historiografía nos alerta acerca de la precaución con que debemos examinar cualquier fuente. La importancia actual y creciente del campo audiovisual nos impulsa a emprender este camino de análisis del cine como fuente y como soporte de la historia, un análisis que creemos debe ser problematizador y acerca del cual podemos aportar algunas preguntas básicas que nos parece que todavía no encuentran respuestas satisfactorias.
Bisso, M. et al. (1999). Teoría y práctica de la relación entre cine e historia. Sociohistórica. Cuadernos del CISH, 4 (5), pp. 1-15.