Uno de los días de mi permanencia, en Ayacucho, fui con el Prefecto, Teniente Coronel D. Pablo Salmón, a visitar el campo de la batalla de 1824. Pasamos a la salida junto a la Parroquia de la Magdalena, fundada en el siglo XVI, pero cuya actual fábrica parece de fines del siglo XVIII. Por la Pampa del Arco y la encañadita que forman la Totora y el arroyo de la Tartaria, desembocamos en la campiña de las Huatatas. Se atraviesa por un túnel la cuchilla que las divide. El camino, en toda esta excursión, me pareció muy bueno relativamente a los anteriores, cuidado con esmero notable. Lo sostienen con la alcabala de la coca de Huanta.
* Extracto de “Excursión a Quinua y al campo de batalla”.
De la Riva Agüero y Osma, J. (1951). Paisajes peruanos. Boletín del Instituto Riva Agüero, Nro. 1, pp. 9-43.