Las transformaciones socio-económicas, políticas y gremiales acaecidas a fines de los '70 inauguraron un período desfavorable para las condiciones de trabajo de los obreros agrícolas. Se desarrolló una tendencia hacia la disminución de los tiempos requeridos por cada tarea, la discontinuación del proceso productivo, la estacionalización de la demanda de empleo y una mayor especialización de la fuerza de trabajo. La fragmentación extrema del proceso productivo derivó así en el astillamiento del ciclo laboral de los trabajadores en términos de ingresos y de empleadores. En este contexto, fueron logrando imponerse y naturalizarse distintas formas y niveles de remuneración para cada una de las tareas agrícolas, aun en los casos en que un trabajador las realizara todas para un mismo patrón como peón permanente, y singularmente en los casos de los obreros temporarios que se enfrentan a distintos empleadores para desarrollar cada una de las labores con las que construyen su ciclo laboral. Nos proponemos analizar el rol que la combinación de estas formas y niveles salariales ha venido cumpliendo para el abaratamiento de la fuerza de trabajo agrícola en su conjunto, así como en su estímulo a una mayor productividad y en la frustración de conflictos abiertos o a gran escala entre esta fracción de la clase obrera rural y sus patrones, a pesar de las condiciones de trabajo desfavorables que verificamos en este estudio.
Villulla, J. (2012). Las formas del salario en la agricultura pampeana: su rol en el disciplinamiento, el aumento de la productividad y el abaratamiento de la fuerza de trabajo. Mundo Agrario, 13 (25), pp. 1-22.