Las últimas décadas asisten al renacimiento y reformulación de la expresión "economía social" y de sus contenidos. Su trascendencia, tratamiento y pretensiones difieren según los países, pero no cabe duda que es un tema de actualidad práctica, doctrinal y obviamente política, de acuerdo con su creciente status legislativo, proceso iniciado en Francia a partir de la década de 1980. Las raíces ideológicas de la economía social se reconocen en Robert Owen, Saint Simon, Charles Fourier, Proudhon y Philippe Bouchez, entre otros, es decir los precursores del socialismo utópico y asociacionista y del anarquismo, y hacedores a la vez del cooperativismo y mutualismo. Pero el concepto de economía social, de manera explícita comienza a ser utilizado a fines del primer tercio del siglo XIX en Francia por la obra de varios tratadistas, entre los que se destaca Charles Guide, titular de la cátedra de Economía Social en la Facultad de Derecho de París. Su origen se vincula a la conmoción desatada por las graves consecuencias sociales producidas por la Revolución Industrial, y como respuesta a la omisión que la ciencia económica dominante hacía de la dimensión social. Se manifiesta en las distintas escuelas de la época (socialista, social-cristiana, liberal, anarquista), aunque el uso de la expresión está más referido a una prolongación de la economía política. El desmedido empleo del término "social", el triunfo del Estado en el debate entre éste y la sociedad civil, y la fragmentación de los movimientos asociativos, constituyen algunos de los factores que provocaron el desuso del concepto por cierto tiempo.
Mateo, G. & Solveira, B. (2006). Dossier: Economía social e intervención estatal en la Argentina del siglo XX. Mundo Agrario, 6 (12), pp. 1-7.