Si, toda historia sirve para que el pasado legitime nuestra contemporaneidad. Y la historia de la cuestión social en la Argentina no es una excepción. El modo de analizar determinada problemática está irremediablemente mediado por la intencionalidad (conciente o inconsciente) del sujeto. Condicionamientos políticos, ideológicos, hacen al investigador llegar de determinada manera a su objeto de estudio. No se trata de falta de honradez intelectual (que también la hay en algunos casos), se trata, que no existe en nuestra opinión, "el no lugar" en el que se pueda situar el historiador. Siempre estará omnipresente en el análisis su propia coyuntura y contexto. Aclarada nuestra escéptica postura sobre la posibilidad de una asepsia objetiva en el estudio de la historia, expresamos a continuación los autores de este trabajo nuestra posición. En principio pensamos que más que historia, hay historias. No nos estamos refiriendo solamente a la división entre historia política, social, económica, cultural, etc. Estamos pensando en algo que está subsumido en todas estas categorías. Esto es la historia desde abajo, la historia de los actores sin voz, de aquellos que paradójicamente no entraron en la historia. Nuestro trabajo está acotado en lo cronológico a una periodización similar a la enunciada desde el título en sendas obras de Zimmermann (1995) y Suriano (1991) sobre la cuestión social: laxamente, desde la consolidación del "Régimen falaz y descreído" hasta el traspaso del manejo del gobierno a la "Causa Radical", y más acotadamente, entre las algaradas ocurridas junto a las desconchadas tapias del Parque de Artillería y los claroscuros de fastos y represión del Centenario.
Cesaretti, F. & Pagni, F. (2003). La cuestión social en la Argentina, 1890-1910. Una visión desde la saga de Josecito el memorioso. Mundo Agrario, 4 (7), pp. 1-9.