Ha llamado la atención que durante la segunda mitad del siglo XIX, en momentos en que el capitalismo se afianzaba como el modo de producción dominante a escala internacional, la mayor parte de la producción agrícola quedara en manos de explotaciones familiares y no fuera realizada por empresas típicamente capitalistas (Friedmann, 1978). Este fenómeno tuvo lugar no sólo por la articulación al mercado mundial de unidades campesinas preexistentes, sino también por la expansión de formas familiares capitalizadas -en mayor o menor grado- en espacios donde la inmigración europea se extendió sobre tierras recientemente expropiadas a las poblaciones indígenas.
Balsa, J. (2001). Las formas de producción predominantes en la agricultura pampeana al final de la primera expansión agrícola (1937). ¿Una vía "argentina" de desarrollo del capitalismo en el agro? Mundo agrario, 2 (3), pp. 1-26.