La restauración de los monumentos es una disciplina imprescindible para la conservación de los elementos físicos que dan identidad, así como para guardar las evidencias de la historia. En estas tareas de la restauración se requiere la intervención de otras disciplinas. La Química tiene un papel importante dentro de la restauración para conocer con mayor objetividad la conformación de la materia física que constituye los monumentos; gracias a ella es posible conocer la composición mineralógica y elemental de los materiales, así como entender los mecanismos de deterioro que los degradan; asimismo, es un gran auxiliar para conocer el resultado de los tratamientos a los que son sometidos para alargar su vida útil. Para ello se utiliza una metodología científica que incluye el uso de técnicas tales como Difracción de Rayos X, Microscopía Electrónica de Barrido o Espectrografía de Fluorescencia de Rayos X entre otras.
Sánchez Martínez, M. & Álvarez Gasca, D. (2011). El papel de la Química en la restauración de monumentos. Acta Universitaria, 21 (Nro. especial), pp. 101-106.