Cada vez en menor medida el mercado laboral mexicano se distingue por la permanencia y estabilidad del empleo en el sector público y en el sector productivo. Esto se le atribuye principalmente al impacto que han tenido la innovación tecnológica y la generación del conocimiento en el mundo. Tanto la producción agrícola como industrial, otrora pilares de la economía, han cedido el paso a favor de los servicios y el comercio. En este sentido, resulta cada vez más difícil encontrar empleos duraderos y estables. En el mundo, se ha incrementado la subcontratación, la terciarización de la economía y el teletrabajo. Por ejemplo, son menos los trabajadores de planta en las fábricas, de profesores de base en las instituciones educativas y de contratos seguros para los jóvenes. La brecha de la desigualdad social se amplía cada vez debido a la diversidad de capacidades y la obtención de ingresos en el mercado laboral. Es por ello que en el presente ensayo, se encontró que la educación superior juega un papel importante, considerada ya no sólo como una institución cultural y política, sino también con un reconocimiento a su carácter económico. Además, las actuales exigencias del mercado laboral y la educación superior, necesitan también de una nueva relación en un contexto de ética humanista.
Alejo López, S. et al. (2007). Educación superior y mercado laboral: relación ética humanista. Acta Universitaria, 17 (3), pp. 20-26.