Cuando partidos o candidatos derrotados rechazan el resultado de una elección, casi invariablemente aseveran haber sido víctimas de fraude. La democracia les exige aceptar su derrota, el fraude los libera de esta exigencia. En muchos casos, es difícil para ciudadanos y observadores evaluar la veracidad de sus acusaciones. Como argumenta el presente ensayo, la presencia de inconsistencias en el ámbito de la gobernación electoral tiende a alimentar el fuego del conflicto poselectoral de manera significativa. Las inconsistencias hacen que sea muy fácil sembrar dudas sobre la elección y muy complicado despejarlas. Para ilustrar su efecto contaminante, el ensayo examina de manera detallada las inconsistencias administrativas y judiciales que alimentaron las acusaciones de fraude en la controvertida elección presidencial del año 2006 en México.
Hartlyn, J. (2009). Inconsistencias contaminantes: gobernación electoral y conflicto poselectoral en las elecciones presidenciales del 2006 en México. América Latina Hoy, 51, pp. 41-59.