La producción de drogas se acrecentó en Colombia en las cuatro últimas décadas. La población rural que terminó involucrada en las actividades de cultivo ascendió aprox. a unas 200 mil familias, y sufrió múltiples impactos, pero también desarrollo estrategias organizacionales con el fin de promover sucesivas demandas de atención a sus necesidades mínimas y a reivindicaciones de derechos humanos y ecosoc . Algunas de tales estrategias dieron origen o se acomodaron en las soluciones de políticas y negociaciones en los marcos de planes para intentar desarrollar en el país tanto la guerra contra las drogas, como la solución al conflicto armado. Desde 2010 , se llevan a cabo procesos de movilización de organizaciones campesinas en regiones convertidas en las décadas de los 90 y los ceros en Zonas de Reserva Campesina ZRC, otra más en la cadena de soluciones ensayadas y fallidas en rededor de la disputa por la tierra. Mientras ese proceso se da en el piso de la vida rural, en la cúpula de visibilización mediática y política, concentrada en la Mesa de Negociación entre el gobierno y, FARC, se plantean enfoques sobre “solución al problema de las drogas ilícitas”. Su efectividad está condicionada por el grado en que las demandas de la población involucrada sean acogidas en la negociación política. Esta ponencia se dirige a contrastar la trayectoria de las formas de organización y las apuestas de las comunidades campesinas sobre cultivos declarados ilícitos, con las posiciones al respecto tanto antecedentes como actuales fijadas por los actores políticos de las negociaciones de La Habana, intentando caracterizar su complejidad de acercamientos y/o distanciamientos.
Ramírez, J. (2010). Estrategias de las organizaciones populares en zonas de reserva campesina respecto la solución al problema de las drogas ilícitas en el marco del acuerdo general para la terminación del conflicto armado en Colombia. En Actas del VIII Congreso Latinoamericano de Sociología Rural (pp. 1-26). Recife: ALASRU