Desde hace miles de años el frijol, Phaseolus vulgaris L., ha sido parte fundamental de nuestra alimentación. En México, la investigación sobre esta especie se inició a principios del siglo XX, y se intensificó en la década de los 40. El programa de mejoramiento se inició en 1943 en la Oficina de Estudios Especiales (OEE) con la formación del banco de germoplasma, el que -para 1980- contaba con más de 5 000 accesiones de P. vulgaris y 1 049 de 18 especies silvestres de Phaseolus. Antes de iniciar el proceso de mejoramento, se estudió la variabilidad existente en el germoplasma criollo, y se obtuvo germoplasma mejorado del extranjero. Los métodos de mejoramiento utilizados incluyeron: introducción, selección masal e individual, así como también cruzamientos simples, múltiples y regresivos. De estos trabajos se obtuvieron variedades mejoradas adaptadas a las diversas regiones ecológicas del país. Se llevaron a cabo investigaciones fitopatológicas, encaminadas a conocer la variabilidad y distribución de los agentes causales de la roya, antracnosis, tizón de halo, los mosaicos y los hongos de los granos almacenados, así como la reacción de los genotipos de frijol a la presencia de estos patógenos. En el caso de los insectos que atacan al frijol, se estudió su distribución y su combate, tanto químico como biológico, incluyendo la resistencia genética al picudo de la vaina ya la conchuela. En cuanto a cal idad del grano, se investigó la variación en el contenido proteico y de triptofano, y su asociación con características físicas de la semilla y de la planta. Se estudió la asociación maízfrijol, sistema de producción importante en esa época, determinándose la combinación del número de plantas de cada especie, que maximizara la ganancia económica del productor.
Investigación agrícola sobre frijol en México durante el periodo 1943 a 1980. Revista
Mexicana de Ciencias Agrícolas, 26 (1), pp. 63-78.