Para el segundo volumen de este título, tenemos la obra completa de Cartas americanas de Vidaurre. Aquí se puede apreciar la evolución del pensamiento de su autor, quien no deja de ser polémico en cualquier coyuntura. Incluso cuando mantiene su fidelidad hacia la corona, su postura no deja de ser crítica contra sus principales representantes en el Perú. Así no duda en calificar negativamente al virrey de entonces: «Pezuela será separado de este gobierno, no por traidor, sino por notoriamente imbécil» (p. 201). La característica principal de esta obra es de ser completamente epistolar. Al menos así lo presenta el autor aunque no queda claro si efectivamente son cartas escritas en el calor del momento o son más bien representaciones literarias creadas para representar estratégicamente sus ideas. Pareciera una combinación de ambos, donde incluye además misivas que le son enviadas en determinados momentos claves. Esta postura crítica con la propia corona le acarreará múltiples problemas: será separado de sus cargos como oidor, enjuiciado tras el levantamiento del Cusco en 1814, amenazado directamente por el propio hijo del virrey Pezuela y criticado por distintas autoridades españolas. Finalmente, todo ello marcará su ruptura con la monarquía, a la que veía incapaz de comprender las necesidades de los americanos. Si bien es cierto esta ruptura es bastante tardía, cuando ya el Perú se encontraba a punto de su total independencia, abraza con efusión la postura republicana tras la estela de la figura política de Bolívar, a quien ve como un salvador del Perú. Por ello, Bolívar lo invita a regresar al país y le otorga el cargo de presidente de la Corte Suprema de Justicia. Pero la situación rápidamente volverá a cambiar, cuando Vidaurre se convierte nuevamente en un personaje incómodo para quienes detentan el poder político. El amor indondicional que pareciera sentir hacia Bolívar se opaca por los intereses políticos del mismo, que son claramente contrarios a los intereses del Perú. Esto lleva a Vidaurre a la oposición política donde no duda en calificar a Bolívar como un tirano. La descripción que se hace en Cartas americanas de esta coyuntura es sumamente deliciosa, ya que deja entrever el juego político del momento, marcado por las intrigas y las traiciones. Ahí se puede apreciar la conspiración que encabeza el propio Vidaurre contra Bolívar para aniquilar su presencia política en el Perú. Por todo ello, la lectura de Cartas americanas es fundamental si queremos comprender los inicios de nuestra etapa republicana.