Si bajan las cifras de ventas de libros y periódicos ¿significa que se lee menos? A diferencia de la mayoría de encuestas que indagan sólo la lectura en papel, se estudian aquí también los nuevos modos de leer —en computadoras, tabletas y teléfonos móviles— junto a los cambios de las bibliotecas, la expansión de salas de lectura, libroclubes y ferias de libros. La investigación cualitativa sobre cómo leen jóvenes y adultos de distintas generaciones y niveles educativos, en las escuelas, la casa o el transporte, individualmente o en grupos, muestra los muchos propósitos por los cuales se llega a la lectura. Al explorar no cuánto se lee sino cuándo y cómo se lee, se vuelven visibles las mutaciones de esta práctica. Una primera evidencia es que ahora se lee mucho y diariamente: libros, revistas, textos con imágenes, correos electrónicos, mensajes de texto. ¿Tienen el mismo valor los diversos modos de leer y escribir? Para responder es necesario conocer las variadas maneras en que nos informamos, entretenemos y comunicamos. Centrar más la investigación en la experiencia de los lectores que en los libros que leen abre nuevas perspectivas para las tareas de educadores, promotores de la lectura, editores y, por supuesto, para mejorar las encuestas y las demás formas de explorar qué es leer hoy.
* Párrafo del texto extraído como resumen.
García, N. et al. (2015). Hacia una antropología de los lectores. México: Fundación Telefónica, Universidad Autónoma Metropolitana, Editorial Ariel.