Para Spinoza cada individuo está compuesto de otros (es decir, es una multitudo) y, a la vez, es componente de otro metaindividuo de orden superior. Esta concepción «holomérica» de la realidad lleva, en el ámbito político, a concebir los Estados como metaindividuos que unifican en un mismo conatus a una multitudo. El monarca spinoziano no es sino la expresión de tal metaindividuo: el Estado. El régimen político óptimo (ya sea monárquico, aristocrático o democrático) será aquel cuyo conatus no pueda ser menoscabado por el conatus de sus componentes. Por consiguiente, la mejor monarquía será aquella que vuelva inocua la voluntad del monarca. Dicho de otro modo: el monarca no ha de sersoberano. Reina porque no gobierna. El monarca spinoziano puede ser entendido así como la traducción política del Deus sive Natura de la Ethica.
Ezquerra, J. (2007). Ulises atado al mástil (El monarca spinoziano). Isegoría, (36), pp. 219-238