Se contempla el rasgo definitorio del acontecer que llamamos «Grecia» desde dos vías confluyentes: el decir excelente griego (en especial el époshomérico) y el proyecto pólis. Concluimos que tanto el uno como el otro están marcados por la pretensión de hacer relevante aquello siempre ya dado por supuesto, confrontándonos con la gravedad de esta pretensión el hecho de que la pólis perezca precisamente por mor de lo que ella misma es.
Míguez, A. (2009). Comunidad y desarraigo. Aproximación al fenómeno pólis. Isegoría, (40), pp. 203-219