La aceleración de la historia es un asunto de creencias. Ella introduce en el mundo social cambios fundamentales y sugiere al mismo tiempo que los suscribimos. Pero si los individuos están prestos a admitir una nueva creencia en lo que respecta a la naturaleza cambiante del presente, han de adaptarla aún a sus creencias precedentes. Este conjunto de creencias disponible proporciona así respuestas variadas cuando las personas reaccionan a dilemas situacionales e intentan conciliar su interpretación de la realidad con el nuevo espíritu de la época.
Remaud, O. (2007). Pequeña filosofía de la aceleración de la historia. Isegoría, (37), pp. 97-111