El ensayo propone una aproximación formal al problema de determinar el efecto que ha producido o ha debido producir en la estructura de la Filosofía esa figura histórica de mal político absoluto moderno que se llama Auschwitz, La premisa es que la Filosofía, ante ese desafío inédito de la racionalidad clásica, queda internamente condicionada por una tensión o una oposición irreductible: entre pasión de silencio y promesa de memoria, entre la fidelidad a los testimonios de un mal irreparable y la obligación de memoria, de bendición de las cenizas. De ahí, la necesidad de una rigurosa desconstrucción de la axiomática idealista del racionalismo occidental dominante, y la consideración de nuevas posibilidades de elaborar filosóficamente el silencio, y el mal, en el ámbito del pensamiento judío, en diálogo con la teología judía y cristiana de la Shoa: desde Rosenzweig y Scholem, a Adorno, Lévinas y Derrida.
Peñalver, P. (2000). Del silencio de Auschwitz a los silencios de la filosofía. Isegoría, (23), pp. 117-138