Ante las aporías y dilemas (éticos, políticos y religiosos) que plantea hoy la cuestión de "¿cómo vivir juntos?", se propone aquí la hipótesis de que el primer mandamiento tendría que ser el de una cierta confesión, una confesión de algo inconfesable. El sentido de esa confesión se expone en relación con diversos contextos existenciales e históricos de la experiencia judía en el siglo, y en especial en relación con la fundación del Estado de Israel y el estatuto de Jerusalem. Esta explicación muestra la insuficiencia de los esquemas dualistas clásicos (como naturaleza, nacimiento, tierra, etc., frente a cultura, técnica, derecho, etc.,), y hace ver los peligros de pensar y vivir la relación social con el otro en el marco de nociones como comunidad, o "conjunto".
Derrida, J. (2000). Confesar-Lo imposible. Retornos, arrepentimiento y reconciliación. Isegoría, (23), pp. 17-43